El Bitcoin (BTC) se ha convertido realmente en un fenómeno financiero y cultural, aunque solo existe desde 2009. Pero desde el inicio de la crisis del coronavirus, el boom ha sido tal que ya lo conoce prácticamente todo el mundo.
Esta criptomoneda, o moneda virtual, que permite transacciones independientes del sistema bancario es visto como algo revolucionario porque permite a las personas enviar fondos con la misma facilidad que los correos electrónicos, incluso a través de fronteras internacionales.
Aunque Bitcoin se desarrolló originalmente para funcionar como una alternativa a las monedas fiduciarias, ha habido un aumento en la demanda de muchas personas que compran la moneda virtual simplemente como una inversión financiera, en lugar de usarlo para una transacción.
Sin embargo, no todos los directores financieros que están impulsando la dirección y el éxito de estas instituciones están convencidos de invertir en la moneda digital como un activo corporativo en el corto plazo. Los ejecutivos a cargo de las finanzas de una empresa, o corporate finance, normalmente mantienen activos que se consideran seguros, como depósitos bancarios o fondos del mercado monetario.
Empresas confían en el BTC
Empresas importantes como Square, MassMutual, Marathon Patent o Voyager Digital han comprado grandes cantidades de Bitcoin como activo de reserva, siendo tesla la última más reconocida en pleno boom.
En agosto de 2020, MicroStrategy fue noticia al convertirse en la primera corporación en comprar Bitcoin por valor de 425 millones de dólares como su reserva principal para protegerse contra una posible devaluación del dólar estadounidense.
Esta decisión fue algo significativo en ese momento por la confianza que se depositaba en esta moneda virtual tan volátil.
Hasta el momento, se puede decir que la decisión de estas empresas de invertir en Bitcoin parece haber valido la pena, dado al reciente alto precio histórico de la criptomoneda.
En espera
Después de que Tesla invirtió 1.5 mil millones de dólares en Bitcoin como reserva corporativa, PayPal es la última compañía en revelar que no invertiría su reserva de efectivo en la criptomoneda.
Muchos de ellos se encuentran en espera de lo que va a pasar antes de invertir en grandes cantidades.
Hasta ahora, la regulación, o la falta de ella, ha obstaculizado la adopción generalizada de las criptomonedas. Gracias a las restricciones monetarias transfronterizas, la burocracia, los sistemas obsoletos y el escaso ímpetu para cambiar el sistema, se sabe que las autoridades y las instituciones se mueven notoriamente lento cuando se trata de innovaciones técnicas, como las monedas virtuales.
En las últimas semanas, la secretaria del Tesoro de EE. UU., Janet Yellen, y la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, han pedido que se regule Bitcoin para abordar el lavado de dinero y otras actividades ilegales asociadas con la criptomoneda.
Una moneda…turbulenta
Debido a la famosa volatilidad de Bitcoin, la perspectiva de que el activo digital se convierta en una parte regular de las tesorerías corporativas no se ve bien.
Los directores financieros, que como grupo generalmente son reacios al riesgo, son muy conscientes de que invertir fondos corporativos en criptomonedas podría equivaler a la desaparición del final de su carrera.
Bitcoin este año se ha negociado a nuevas alturas, por encima de los 50.000 dólares, y los proponentes pronostican que continuará con un aumento.
Pero esta moneda ha vivido cambios muy drásticos en los últimos años, lo cual muestra lo volátil que es esta criptomoneda y sugieren que los inversores deben mantenerse firmes en lo que podría ser un camino lleno de baches hacia una mayor rentabilidad.