El pasado 20 de mayo Google anunció su decisión de vetar a Huawei. La compañía decretó la cancelación de todos sus negocios con el gigante chino y negó futuras actualizaciones y parches de seguridad. La decisión fue tomada después de que el Departamento de Comercio de Estados Unidos incluyera a la empresa en la blacklist de empresas de riesgo en cuestiones de ciberseguridad, tal y como nos explica J.M. Barjola.

Con la decisión, Google vuelve a exhibir su poder en cuanto a la dominancia que ostenta en el mercado de la telefonía móvil. Esta situación no ha pasado desapercibida en los últimos años para las autoridades de competencia comunitarias, tal y como ha ratificado la Comisión Europea en los tres expedientes de investigación abiertos a la compañía hasta fecha, la empresa ocupa posición de dominio en al menos tres sectores de importancia del mundo tecnológico: la publicidad, los sistemas operativos de móviles y el mercado de los comparadores de precios en línea. Google habría incurrido en prácticas anticompetitivas en todos estos sectores según la Comisión.

Ostentar una posición de dominio no es ilegal, lo que es ilegal es su abuso en el mercado. Sobre este respecto, en solo tres años la Comisión Europea ha impuesto a la compañía del buscador un total de tres multas por este tipo de prácticas contrarias al Derecho de la Unión Europea, en concreto al artículo 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que controla las prácticas de competencia en el mercado. A falta de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea resuelva los correspondientes recursos, Google mantiene una factura con las arcas comunitarias de 8.240 millones de euros por prácticas competitivas. Según la Comisión, este tipo de actividades ilegales provocan daños a la competencia, la innovación y en última instancia a los consumidores. Las empresas que ostentan un gran porcentaje de mercado con respecto a sus competidores deben mantener una especial diligencia y responsabilidad para no desplazar a los competidores de forma abusiva y permitir el correcto desarrollo de la innovación.

Recordamos que la Comisión Europea había multado a Google con 1,49 miles de millones de euros por infringir las normas de defensa de la competencia de la UEGoogle ha abusado de su posición dominante en el mercado al imponer una serie de cláusulas restrictivas en los contratos con sitios web de terceros que impidieron a los competidores de Google colocar sus anuncios de búsqueda en esos sitios web.

 

 

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