La Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) vuelve a salir en defensa de la vivienda turística y se posiciona de nuevo en contra de las regulaciones regionales y municipales que quieren frenar el desarrollo de plataformas como Airbnb o HomeAway en una nota de prensa que se puede descargar a continuación: NOTA_DE_PRENSA_CNMC
Además de analizar los beneficios y perjuicios de los pisos de alquiler turísticos, la CNMC publicó unas recomendaciones que podrían resumirse en tres:
- Normas más unificadas. La CNMC reclama que la regulación no frene la innovación ni impida el desarrollo de nuevas formas de alojamiento. La intervención de los poderes públicos debería producirse solo cuando sea necesario para paliar un fallo del mercado; y además debería contribuir a reducir la heterogeneidad actual de la normativa, asegura el texto. Esta heterogeneidad entre regulación local, autonómica y estatal genera inseguridad jurídica y reduce la eficiencia del mercado.
- Eliminar requisitos y prohibiciones irrazonables. El documento contiene una serie de requisitos, obligaciones y prohibiciones al alquiler turístico que suponen una carga irrazonable, excesiva o de excesivo cumplimiento para los titulares de viviendas que incrementan los costes para los usuarios y perjudican al interés general.
La Comisión no aprueba el establecimiento de cupos por zonas, la prohibición de alquilar habitaciones, la limitación de la duración de la estancia, el establecimiento de tamaños mínimos o la regulación de los precios de los alquileres. En definitiva, el establecimiento de dimensiones mínimas de las viviendas y la regulación de sus precios. - Restricciones menos graves. Además de los mencionados en el punto anterior, el informe critica otros requisitos y obligaciones para los titulares que considera menos graves, y que solo estarían justificados si fueran indispensables y proporcionados para proteger el interés general. Entre otros, exigencia de equipamientos en las viviendas o la obligación de colocar en el exterior placas distintivas.
El informe muestra la gran disparidad de regulaciones sobre esta materia que, al no respetar los principios de necesidad y proporcionalidad, no responden a verdaderos problemas específicos del territorio y, de esta manera, incrementan la fragmentación del mercado y la inseguridad jurídica de ciudadanos, usuarios y operadores, dificultando el alquiler turístico y perjudicando el bienestar general. Por ello, la CNMC cree que se deberían unificar criterios y eliminar restricciones especialmente graves en la regulación existente como las moratorias en la concesión de licencias y su prohibición, así como la zonificación de las ciudades.
La CNMC asegura que el crecimiento de la vivienda de uso turístico ha tenido efectos positivos en términos de precios, variedad, calidad, flexibilidad e innovación en los alojamientos turísticos, que afectan tanto a los operadores tradicionales como a los nuevos operadores y benefician a los consumidores.
De este modo, mientras han sido muchos los que apuntaban a que la proliferación de los pisos turísticos estaba provocando una burbuja en los precios en el centro de ciudades como Madrid o Barcelona, la CNMC considera que no existe evidencia de una relación directa y exclusiva entre la oferta de viviendas turísticas y el precio de las viviendas tanto en compra como en alquiler.
Si no hubiera crecido la oferta de viviendas turísticas, se habría producido un mayor incremento de la construcción de hoteles y edificios de apartamentos turísticos para atender a la demanda de alojamiento de turistas, lo cual supondría detraer viviendas de residentes para dedicarlas íntegramente al alquiler turístico, con efectos sobre el precio de la vivienda.
Además, considera que el crecimiento de los pisos turísticos, al que se refiere como una verdadera revolución en el mercado del alojamiento turístico, ha intensificado la competencia para los establecimientos tradicionales (hoteles, hostales, apartamentos), propiciando menores precios y mejoras de la calidad del conjunto de los alojamientos.
Se ha favorecido la accesibilidad para algunos usuarios que, de otra forma, no viajarían por no poder costearse un alojamiento de mayor precio y también permite a los clientes acceder a viviendas singulares por su ubicación o características.
El impulso de este mercado contribuye a recuperar barrios tradicionalmente degradados en los centros urbanos, y tiene un efecto positivo de arrastre sobre el comercio local y sobre el turismo».
Con todos estos argumentos positivos el regulador defiende a la vivienda de uso turístico (VUT) frente a las «restrictivas» normativas que se están implantando en las distintas Comunidades Autónomas.
A nuestro juicio, la CNMC ha destacado únicamente aquellos efectos que considera positivos, pero se le ha olvidado los inconvenientes que generan este tipo de empresas, que comentaremos en un próximo post.
Imagen: Ticbeat