Ayer se publicaba en el BOE el Real Decreto 538/2020, de 26 de mayo, por el que se declara luto oficial por los fallecidos como consecuencia de la pandemia COVID-19.

Ahora que la situación de riesgo de contagio mejora y que el número de fallecidos ha disminuido, y no antes, es momento de hablar de luto.

Dicho Real Decreto manifiesta que es bueno que la sociedad que trabaja junta por el bien común pueda manifestar también junta su dolor. El Gobierno considera digno consolidar los vínculos sociales con un duelo colectivo y unitario en recuerdo de todas las víctimas provocadas por la violencia, el terror, las catástrofes o la enfermedad.

Del mismo modo, es justo homenajear a los compatriotas que han sacrificado sus vidas en el cumplimiento del deber ante una amenaza insólita contra la salud y el bienestar de la Nación. Así, se expresa el respeto a las generaciones mayores que, después de trabajar durante años difíciles por nuestro progreso, se han visto especialmente afectadas por la pandemia.

Todo ello con el convencimiento de que la valoración de los cuidados en las decisiones públicas es la apuesta más fecunda por el futuro, en memoria de las víctimas por el COVID-19.

En señal de duelo, a propuesta del Presidente del Gobierno, y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 26 de mayo de 2020, se declara luto oficial desde las 00:00 horas del día 27 de mayo de 2020 hasta las 00:00 horas del día 6 de junio de 2020.

Durante este periodo la bandera nacional ondeará a media asta en el exterior, y con un crespón en la moharra del mástil en el interior, en todos los edificios públicos y buques de la Armada.

 

 

 

 

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