Ayer salía a la luz la sentencia sobre la violación grupal a una joven en los Sanfermines de 2016, y los acusados han sido condenados a nueve años de cárcel por un delito de abuso sexual continuado por la Audiencia Provincial de Navarra tras cinco largos meses de deliberación y con un tribunal dividido.

El juez Ricardo Javier González ha emitido un voto particular en el que se ha desmarcado del veredicto final, aprobado por sus compañeros José Francisco Cobo y Raquel Fernandino, y se ha decantado por defender la absolución de los cinco acusados.

Ni la visión de los hechos y, como consecuencia, ni la argumentación jurídica se parecen en lo más mínimo a la manifestada por los otros dos magistrados. En el post de ayer comentamos la sentencia.

Ya de por sí polémico el hecho de que hayan sido juzgados por abuso sexual y no por agresión, motivo que provocó que miles de personas salieran ayer a las calles mostrando su apoyo a la víctima, el magistrado dio un paso más allá defendiendo la absolución de los acusados, y justificando su postura de la forma que vemos en los archivos siguientes:

[…] los peritos […] su informe aparece plagado de valoraciones subjetivas […] para tratar de justificar las acciones que se observan en la denunciante; es la que resulta más perjudicial para los acusados

[…] de modo que se vieron obligados en juicio a tal cúmulo de matizaciones y rectificaciones que su informe no puede sino ser desechado. Que afirmen que cuando la denunciante toma el pene de uno de los acusados y realiza movimientos masturbatorios sobre el mismo, quizá ocurrió que lo hiciera para no perder el equilibrio y evitar caerse […] todo ello me lleva a prescindir de lo informado

[…] No aprecio en los vídeos cosa distinta a una cruda y desinhibida relación sexual, mantenida entre cinco varones y una mujer […] en la que ninguno de ellos (tampoco la mujer) muestra el más mínimo signo de pudor, ni ante la exhibición de su cuerpo o sus genitales, ni ante los movimientos, posturas y actitudes […]. No aprecio signo alguno de violencia, fuerza o brusquedad ejercida por parte de los varones sobre la mujer. No puedo interpretar en sus gestos, ni en sus palabras […] intención de burla desprecio humillación, mofa o jactancia de ninguna clase. Si de una desinhibición total y explícitos actos sexuales en un ambiente de jolgorio y regocijo en todos ellos, y, ciertamente, menor actividad y expresividad en la denunciante. […] pura y cruda excitación sexual […]. Todas ellas son imágenes de sexo explícito en las que no tiene cabida la afectividad, pero también, sin visos de fuerza, imposición conminación o violencia.

[…] Interactúan y el modo en que se dirigen a ella a mí me sugiere que todos creen que ella participa con ellos en lo que están haciendo. Por lo que se refiere a la mujer tampoco percibo signo alguno de pudor en ella […] en ninguna de las imágenes percibo […] atisbo alguno de oposición, rechazo, disgusto, asco, repugnancia, negativa, incomodidad, sufrimiento, dolor, miedo, descontento o desconcierto. La expresión de su rostro es en todo momento relajada y distendida […] incompatible con cualquier sentimiento de miedo, temor, rechazo o negativa […] lo que me sugieren sus gestos, expresiones y los sonidos que emite es excitación sexual […] no es descartable que durante una relación sexual no consentida pueda llegar a sentirse y expresarse una excitación sexual meramente física […]

[…] No puedo afirmar […] una especial iniciativa por su parte en las acciones sexuales, pero tampoco puedo compartir la afirmación de absoluta pasividad y sometimiento […] en las imágenes quedan evidenciados movimientos proactivos incompatibles con la «no reacción» que se afirma y que sugieren una participación voluntaria. […] gesto de la mujer tomando en su mano el pene de uno de los varones y realizando movimientos masturbatorios […] el movimiento sincrónico entre varon y mujer […] resulta de igual modo evidente. […] Se escuchan sonidos de voz femenina que pueden describirse como gemidos o jadeos de carácter sexual. […] a lo largo de todo su relato […] se ha mantenido por la denunciante que no sintió ningún dolor […] han de atribuirse a los sonidos propios de la relación sexual que se mantenía cuando se escuchan.

Sostener, como hace esta sentencia mayoritaria que el vídeo ha recogido quejidos de dolor […] contradice una de las manifestaciones que la denunciante ha mantenido firme e invariable […] aprecio en ello […] cierto sesgo voluntarista para poder justificar mejor su decisión de condenar a los acusados […]

[…] No pasa desapercibido el movimiento de vaivén que nuevamente sugiere una penetración sincrónica y gemidos de naturaleza sexual.

[…] las posiciones de manos son acordes con las acciones de índole sexual que se realizan y más cercanas […] a la delicadeza […] que a la desconsideración. […] nada de lo que se ve o se escucha en ellos permite concluir el ejercicio de violencia o intimidación contra la denunciante, como tampoco […] que dichas escenas se estén desarrollando sin su consentimiento […] La ausencia de violencia, fuerza o coacción es además absoluta

 

La escena que revelan las imágenes de de una innegable crudeza […] el sexo que se expone en ellas es de una impudicia más que notable […] me resulta en conciencia imposible afirmar que lo que se está viendo sea una agresión sexual violenta, o que la mujer actúe bajo la influencia de una intimidación […] como también que se encuentre en un estado de «shock» de tal intensidad que la tenga paralizada o sometida. Tampoco puedo apreciar en los acusados actuación alguna que permita […] inferir que obrasen con la consideración de que su sola presencia en el cubículo en el que se desarrollaron los hechos coartaba la libre voluntad de la denunciante, ni que estuvieren prevaliéndose […] de tal circunstancia para obtener su satisfacción sexual.

[…] Mantuvieron una serie de relaciones sexuales consistentes en la práctica de felaciones a todos los varones, penetraciones vaginales realizadas por José Ángel Prenda, Alfonso Jesús Cabezuelo y Jesús Escudero, quien también la penetró analmente […] José Ángel Prenda practicó un «beso negro» a la denunciante, y ésta otro a él, sin que la denunciante les expresase ni de palabra ni con gestos, ni de ninguna otra manera, su disconformidad.

[…] la denunciante introduciendo sus labios/boca entre las nalgas del varón, en una más que evidente acción de acercamiento y búsqueda del lugar recóndito que define el «beso negro» […] Una relación sexual no puede calificarse como agresión o abuso en función de si la mujer (o el hombre) la disfruta o no físicamente. […] puede llegar a darse una verdadera agresión sexual en la que […] la mujer llegue a experimentar «excitación» o «placer» meramente físico.

 

PARA DESCARGAR LA SENTENCIA ÍNTEGRA: Sentencia-LA-MANADA